La torre... un recinto que alberga el reposo entre una lucha y otra, entre una y otra embestida del dolor, la reflexión, el placer... La torre de Lucía, acotado paraíso en el que la co- mandante oculta libros, lágrimas y armas, los secretos de su vida: lugar desde el que también observa el paso de los días y el riesgo de vivir. Un sitio mágico pero rodeado de la Argentina del 70 por la que corre sangre como agua en el cauce de un arroyo.
No fue fácil ser joven, amar, entonces...
Lucía Soledad entiende que no hay más tiempo que el que le toca vivir, y cuánto puede durar... Se mira al espejo... Una joven resuelta. La bella mujer de un estanciero conservador... demasiado mayor para ella, opinan los otros. El abismo entre ambos se reemplazará con lo universalmente asombroso. Porque hasta el escenario de la guerra sirve a fines deliciosos cuando debajo de la armadura se encienda con pasión el pensamiento comprometido con la vida que, sin embargo, jamás dejará de estar frente a la muerte.
Esta nueva edición de LUCIA SOLEDAD. LA COMANDANTE devuelve a la literatura escenas de un pasado artísticamente confinado por la imaginación, la realidad y una técnica entre cuyos aciertos descuella el encontrar para cada novela un ángulo impensado desde donde trabajar la realidad. Aquí es el amor. El amor en situaciones apremiantes, en contacto con el peligro, amor de rostro fresco tentando a la esperanza en el umbral de la muerte: como suele hacerlo la existencia. La torre, estalla el resplandor, luego el silencio. La vida..... estalla la esperanza, luego el crepúsculo. Si lo importante es vivir, nada fue en vano...La torre... un recinto que alberga el reposo entre una lu- cha y otra, entre una y otra embestida del dolor, la reflexión. el placer... La torre de Lucía, acotado paraíso en el que la co- mandante oculta libros, lágrimas y armas, los secretos de su vida: lugar desde el que también observa el paso de los días y el riesgo de vivir. Un sitio mágico pero rodeado de la Argentina del 70 por la que corre sangre como agua en el cauce de un arroyo.
No fue fácil ser joven, amar, entonces...
Lucía Soledad entiende que no hay más tiempo que el que le toca vivir, y cuánto puede durar... Se mira al espejo... Una joven resuelta. La bella mujer de un estanciero conservador... demasiado mayor para ella, opinan los otros. El abismo entre ambos se reemplazará con lo universalmente asombroso. Porque hasta el escenario de la guerra sirve a fines deliciosos cuando debajo de la armadura se encienda con pasión el pensamiento comprometido con la vida que, sin embargo, jamás dejará de estar frente a la muerte.
Esta nueva edición de LUCIA SOLEDAD. LA COMANDANTE devuelve a la literatura escenas de un pasado artísticamente confinado por la imaginación, la realidad y una técnica entre cuyos aciertos descuella el encontrar para cada novela un ángulo impensado desde donde trabajar la realidad. Aquí es el amor. El amor en situaciones apremiantes, en contacto con el peligro, amor de rostro fresco tentando a la esperanza en el umbral de la muerte: como suele hacerlo la existencia. La torre, estalla el resplandor, luego el silencio. La vida..... estalla la esperanza, luego el crepúsculo. Si lo importante es vivir, nada fue en vano...