El libro que nos presenta Alberto Kohen tiene tres trabajos propios que pueden y deben ser leídos como uno solo y una transcripción sintetizada de A la búsqueda de los fundamentos perdidos, de Edgard Morin. El volumen se abre con una introducción de Kohen sobre los Comentarios para una política de izquierda, el texto de Morin. Cierran el libro Proyectar desde e la izquierda (enero de 1999) y un bello Manifiesto del Siglo XXI.
De cualquier modo Kohen, como en el caso de los clásicos, puede ser abierto desde cualquier página, pues sus trabajos, en la última década, lo presentan como un persistente buscador de pistas.
Y él lo admite con variadas reflexiones donde el común denominador es su resistencia al absurdo, a lo obvio, a lo taxativamente superado.
Kohen dispara su pensamiento a partir de haber experimentado caminos y también encontrado vias sin salida. Busca cambiar, pero también se revela conservador, pues no ha mutado en su Norte: así lo asume en su Manifiesto... donde entreteje su esperanza por un mundo mejor, "que aunque no sea tan perfecto como se pensaba, será por lo menos mejor". O sea, un buscador de porvenires humanizados.
Ahora, cuando se produce esta espectacular transformación en la bisagra del siglo XX y XXI, Kohen insiste en marcar posiciones, en no permanecer sin decir lo suyo.
Sin duda son muchas las instancias que inundan este siglo tumultuoso, tan brillante como ominoso. Siglo con tan grandes conquistas científicas y culturales como agujeros negros sintetizados por palabras como fascismo, guerra civil española, procesos de Moscú, Munich, Auschwitz, apartheid, Hiroshima, Vietnam, gulag, refugiados, desaparecidos, exclusión social.
Kohen indaga en esto y busca el cambio de la conciencia en un tiempo de tormenta. Trata que ésta surja de una profunda reflexión, evitando la desesperación o el absurdo al que apelan, probablemente con honestidad, otros buscadores.