Freud siempre asoció lo femenino a lo enigmático, a lo misterioso, lo cual puede resultar atrapante, apasionante, pero también lo remitió al miedo, al horror frente a la presentificación de la castración.
Carolina Rovere y Sergio Zabalza eligieron recorrer este territorio juntos, como lo plantean de entrada, no sólo para contornear lo que no existe en lo simbólico, sino también, en el mismo movimiento, para darle un lugar a lo que no existe. Para lograr esto comienzan con lo que las histéricas pueden enseñarnos sobre la verdad de la relación sexual, para concluir en el goce que resulta específico de una mujer
Las referencias, los desarrollos teóricos precisos, dan lugar a preguntas que a muchos nos interesará encontrar sostenidas y desarrolladas, como por ejemplo cual puede ser la relación entre hacer el amor y las palabras, qué signos de amor demanda una mujer, pero también cómo se juega la dimensión del amor en los hombres, de qué hablamos cuando lo hacemos de una herida de amor o qué sería inventar un nuevo amor.
Este libro nos invita a explorar un continente que por más que incursionemos en él, jamás dejará de ser en un punto desconocido, inaccesible, porque siempre faltará esa palabra, preservando lo real; pero los autores nos transmiten la confianza necesaria que nos permitirá embriagarnos con los encantos de lo femenino y sorprendernos con sus misterios. Para así poder disfrutar, como evidentemente ellos lo han hecho, de un buen encuentro.
Del prólogo de Luis Darío Salamone