Esta obra de Hilda Catalán, profesora de la Escuela de Servicio Social "Dr. Alejandro del Río", pretende dar una visión sistematizada de las principales funciones que cumple en nuestros días Ja Asistente Social y, al mismo tiempo. analiza los principios y valores que orienta su desempeño profesional.

La autora, luego de obtener su título profesional, estudió en la Escuela de Servicio Social de la Universidad de Columbia. Ha participado en numerosos congresos y seminarios en distintos países y trabajó en las Naciones Unidas.

El presente libro es una compilación de dos trabajos sobre aspectos metodológicos, relacionados con el Trabajo Social. El primero de ellos centra su objetivo en analizar los posibles diseños a emplear para realizar evaluaciones de proyectos y en la presentación de experiencias demostrativas de su aplicabilidad en el campo del Trabajo Social.
El segundo trabajo tiene como finalidad presentar una propuesta acerca de cómo efectuar diagnósticos familiares para poder precisar el grado de cambio obtenido a través de los tratamientos que se hayan efectuado.
Con la presentación de este libro las autoras esperan contribuir a que el Trabajo Social alcance el desarrollo tecnológico que éste necesita, a los fines de corregir los desfasajes planteados.

El objetivo de este trabajo es realizar una sistematización de posiciones metodológicas planteadas en la práctica profesional, ya que en torno a las mismas se ha venido construyendo la historia del trabajo social. Esta finalidad requiere plantear las condiciones concretas y teóricas en cuyo marco se produce la práctica profesional.

Para ello se examina la problemática ideológica, se analiza la práctica profesional y las tendencias metodológicas subyacentes (empirismo. comprensión, operacionalismo y formalismo), y finalmente se resumen algunas de las conclusiones.

La intención es realizar una critica teórica que ha sido sustituida y confundida por enfrentamientos exclusivamente metodológicos, que han llevado a una profunda crisis al Trabajo Social.

Entre los temas referidos a la promoción humana y el bienestar, de preocupación cada vez más generalizada, uno va cobrando progresivo espacio tanto en el plano de las iniciativas privadas como públicas. Este es el de la participación popular, que constituye hoy por hoy uno de los componentes insoslayables de toda Política social inserta en una cosmovisión verdaderamente humana y de proyección histórica.

Partiendo de este criterio, con intención. eminentemente didáctica, ha sido escrito el presente libro, en el que el autor ha querido sobre todo unir a la teoría, el producto concreto de la práctica en terreno.

Una psicología aplicada al servicio social debe ser ante todo operativa. En esta obra introductoria se han utilizado los contenidos más importantes de la psicología dinámica, aplicándolos a las necesidades teóricas y prácticas de los profesionales del servicio social. El lector hallará los conceptos fundamentales sobre mecanismos de adaptación, motivaciones y vivencias, técnicas grupales, relación asistencial, entrevista y muchos otros aspectos involucrados en la acción del servicio social profesional.

Pocas veces se ha analizado el tema del diagnóstico social con la profundidad con que se realiza en este breve ensayo. Separadas siempre teoría y práctica en el trabajo social, es en la etapa del diagnóstico donde más claramente se pone en evidencia tal disociación. Para superar este inconveniente las autoras proponen un tipo de procedimiento diferente que tiene como fundamento los llamados "modelos de cambio"

Criticado por muchos, practicado sin interrupción, el Servicio Social de Caso Individual está recobrando su antiguo prestigio al presentarse en nuevas formas operativas que se concretan en los modernos Modelos de intervención elaborados sistemáticamente por autores de reconocido prestigio. RICARDO HILL presenta en este volumen un panorama muy actualizado de los Modelos que hoy se utilizan para el desarrollo del Caso Individual en los países más adelantados.

Paradigma literario de la desolación del hombre contemporáneo, esta obra maestra de la literatura en español del siglo XX condensa el mundo entero de Onetti: “su fascinación doble por la pureza y la corrupción, por la dulzura de los sueños y la herrumbre siniestra del desengaño y fracaso” (Antonio Muñoz Molina).

Larsen regresa a la ciudad de Santa María y se emplea en el astillero de Petrus al tiempo que comienza a cortejar a la hija de éste, con el único propósito de encontrarle un sentido a su vida. Pronto la farsa se hace evidente, el astillero está en quiebra, es un espacio en ruinas y él es solo un difunto sin sepe, a quien fuera de esa farsa que aceptó como trabajo no le queda más que el frío del invierno, la vejez, el no tener dónde ir, la posibilidad de la muerte. Pero una cosa es jugar solo su propio juego y otra es que los demás lo acompañen, entonces el juego es lo serio, se transforma en lo real y aceptarlo es aceptar la locura.

Campbell y Stanley -autores de reconocida trayectoria en la metodología de la investigación empírica- reafirman, en este volumen, su fe en la experimentación. Apoyándose en la moderna filosofía de la ciencia y guiándose por una perspectiva evolutiva, sostienen que, pese a las fallas de determinados diseños, su uso es recomendable cuando a causa de las limitaciones del contexto resulta imposible construir otros mejores. Analizan de este modo las diversas variantes de esos diseños "cuasiexperimentales", imperfectos en sí mismos pero que pueden dar origen a reales avances. A diferencia de lo que ocurre en las ciencias físico-naturales, donde la posibilidad del fracaso ya es aceptada como una parte normal de la experimentación, en ciencias sociales aún es preciso "inculcar la expectativa del tedio y la decepción, y el deber de la constancia permanente".

El Poema o Cantar del Mio Cid data, según los pormenorizados estudios de Ramón Menéndez Pidal, de hacia 1140. El manuscrito, único que se conserva, fue copiado alrededor del año 1307. Se trata, entonces, del primer y más antiguo testimonio de la literatura española conservado hasta el presente, lo que hace de él un verdadero monumento, un auténtico teso- ro de la identidad nacional española.

La historia del Cid tiene lugar en la Corte, su escenario es en cierta medida- el de las intrigas palaciegas, pero también lo es el campo de batalla, alli donde se libran las grandes batallas por la unidad española. Para muchos de sus estudiosos, uno de los aspectos más sorprendentes del Poema es que, a diferencia de las canciones del mismo carácter, alemanas o francesas, Los Nibelungos o La Canción de Rolando, por ejemplo, que están repletas de elementos fantásticos y situadas en buena medida en lugares fabulosos, la historia del Mio Cid tiene lugar en ciudades y campos cuya fisonomía y topografía son perfectamente reconocibles. Igual cosa sucede con la inmensa mayoría de los personajes. Y, sin embargo, el texto del Cantar tiene un profundo encanto literario, una sorprendente fuerza narrativa, una fuerte virtud poética y humana, al punto de causar en el lector un decidido impacto y un recuerdo imborrable.

Casi toda nación tiene un libro. En él se reúnen, generalmente a través de un personaje o de la gesta de un núcleo determinado, una serie de valores y principios que constituyen los elementos primordiales de una determinada nacionalidad. El Cantar del Mio Cid y Don Rodrigo Díaz de Vivar, al lado de El Ingenioso Hidalgo y Don Quijote, representan para los españoles y en muy buena medida para todos los países del habla hispana, una de sus principales glorias literarias.