Dos prácticas cruzadas, la de la danza y la de la filosofía, como campo intensivo en el que circulan (caminan, rolan, com-ponen, articulan, presentan, piensan) imágenes y cuerpos. Una inquietud que pasa de una a otra en vaivén, pero que en su velocidad de vaivén (o en su lenta cadencia) abre una brecha que toma todo en un torbellino, o en una neblina, donde el imperio de las formas cede el paso al misterio de las fuerzas.
¿Cómo se relacionan dos heterogeneidades? Tras esta pregunta parte Marie Bardet, bailarina y filósofa a la vez, al mismo tiempo, deliberadamente, con prácticas variadas entre los pisos de baile, las aulas universitarias, y los monstruos híbridos que instituye.
Y en torno a esta pregunta, formulada, trabajada, atravesada y espesada por múltiples derivaciones construirá un vasto –y crujiente– aparato conceptual-escritural para pensar las prácticas en la danza y (quiera Dios) en la filosofía.
Libro polifónico que reúne las voces de escritores, filósofos, bailarines, coreógrafos, y algún que otro espíritu fantasmal, Pensar con mover logra además el prodigio de poner a funcionar una de las filosofías más potentes de la vida, del tiempo, de la creación, la de Henri Bergson, en el meollo de todas las inquietudes inmanentes a la danza. Pero no como una aplicación, o en sobrevuelo, o desbrozando la tierra, sino en el discurrir común de un mismo flujo continuo y heterogéneo, moviente, descubriendo que aquello ya danzaba en sus imágenes-movimiento, en sus imágenes-luz, o que el baile ya pensaba –¿con los pies, como quería Nietzsche?– no sobre sus movimientos sino con ellos.