Descripción
Joyce escribe para la eternidad, para que la lengua inglesa nunca más vuelva a ser lo que fue, y la trabaja «trufando» su escritura con múltiples enigmas que los joyceanos intentan descifrar en una tarea sin fin, ya que cada enigma descifrado crea un nuevo enigma. ¿Por qué un psicoanalista, Jacques Lacan, se detiene en el «caso» Joyce, ese amo del sinsentido, ese artista que en el uso de múltiples lenguas destroza la que pudiera ser suya? Joyce le sirve a Lacan como una «prueba», una prueba de que alguien puede saber-hacer con su arte una solución «más allá» del padre. Le dedicó un año entero en su seminario El sinthome. Con esta nueva escritura del sínthoma (con «h») introduce una nuevo concepto en el psicoanálisis. El sínthoma tiene una función, ya no solo de metáfora o de goce: es una función de anudamiento que puede prescindir del padre, tal como hizo Joyce, para quien habia una «forclusión de hecho»de ese padre.