Descripción
Escribir sobre esta enfermedad joven para la ciencia, no fue mi intención. Para ello están los doctos médicos.
Simplemente soy una paciente que encontró en la escritura, la forma de convivir con ambas drogas poderosas. Tal como las imaginé en mi fantasía. Ella, Riba, inquieta, curiosa, eficiente, acompañando a Inter-Peg, fuerte, poderoso, capaz de destruir los enemigos silenciosos con su gran potencia.
Fueron cuarenta y ocho semanas irrepetibles. En su transcurso aprendí entre otras cosas, que el dolor incrementa las fuerzas para combatir cualquier enfermedad que se nos presente. Y, aunque en algún momento experimentemos lo contrario, y lleguemos a sentir debilidad ante la lucha, no debemos abandonar el tratamiento.
En mi caso fue mi humilde manera de honrar la vida.
Me siento feliz de haberío hecho.
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