Free shipping, 30-day return or refund guarantee.
Todos los caminos conducen a Jerusalem... y también a Roma es una historia de encuentros. Por primera vez, un obispo y un rabino peregrinan juntos por los lugares sagrados de Israel y van luego a Roma. Monseñor Justo Laguna -Obispo de Morón y el Rabino Mario Rojzman-de la comunidad Bet El-, llevaron a cabo esta enriquecedora experiencia el mismo año en que el Vaticano difundió sus Reflexiones acerca de la Shoah, el documento se refiere al holocausto perpetrado durante la Segunda Guerra Mundial. Por otro lado, en marzo de 1998, la catedral de Morón abrió sus puertas a familiares y amigos de las víctimas católicas y judías fallecidas en los atentados a la Embajada de Israel y a la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA). Desde el altar, La- guna y Rojzman invitaron a los fieles a orar por la justicia. Estos hechos, muy significativos, marcaron la señal de larga- da: en abril los autores emprendieron la marcha. Los primeros dos mil años de relación judeo-cristiana alternaron momentos de confrontación con otros de convergencia. Judíos y cristianos vivieron sus propios aciertos y errores, pero nunca dejaron de referenciarse mutuamente. Este recorrido por temas en común -muchos de los cuales aún resultan polémicos, a cargo de dos representantes clave del judaísmo y el cristianismo latinoamericanos, merecía entablarse en escenarios "naturales". Si bien ambas religiones se expandieron a nivel mundial, no cabe duda de que ciudades como Jerusalem y Roma atesoran lo más representativo de las historias de Da- vid, Jesús y del gobierno de la Iglesia Católica. Jerusalem, además, es capital del Estado de Israel, de cuya independencia acaba de cumplirse medio siglo. Roma alberga la Ciudad del Vaticano que, en esta oportunidad, atestiguó un episodio relevante: el Papa Juan Pablo II recibió a los peregrinos y les dio su bendición. Finalizado el viaje, Laguna y Rojzman regresaron a la Argentina con la esperanza de que el tercer milenio reuniese a cristianos y judíos bajo las banderas de la paz. Todos los caminos conducen Jerusalem... y también a Roma demuestra con creces que cuando los corazones están dispuestos, es posible caminar juntos.
This combination does not exist.
Terms and Conditions