Fluyen y confluyen aquí diversas líneas teórico metodológicas que modelan formas de mirar, actuar y pensar las prácticas en la operación en redes comunitarias. Asimismo colabora en pensar las distintas formas de implicancia del profesional inmerso en una red de relaciones, donde la comunidad aparece como el ámbito por excelencia para vivirlas, recrearlas y fortalecerlas. En este sentido, va más allá de la reflexión sobre la práctica de una disciplina para ir generando preguntas y caminos a recorrer sobre la intervención social en general.

Se presentan entonces, dos experiencias que ponen de manifiesto, la potencialidad de la perspectiva de las redes sociales en la gestión de políticas públicas.

La primera de ellas hace foco en los primeros momentos de la implementación de un programa de prevención social de la violencia y el delito, complementando la perspectiva de las redes sociales con la investigación acción participativa; y la segunda, incursiona aún más en el trabajo con una situación de suma complejidad, la de un joven y su red familiar en el marco de dicho programa. Esta última llama la atención sobre la necesidad de incorporar una mirada abarcadora de los vínculos que trascienden al territorio en el que habitan las personas. Para ello se construye de manera novedosa una nueva noción, la de comunidad de vínculos.

El libro en su totalidad interpela visiones, conceptos, nociones y prácticas instauradas en el trabajo social y explora en posibilidades concretas de operación para abordar problemáticas cada vez más complejas y desafiantes.