El municipio, como ámbito privilegiado de la convivencia humana, está llamado a desempeñar un rol protagónico en cuanto a su capacidad para desatar potencialidades creativas y participativas de la comunidad. Las políticas culturales a nivel municipal constituyen la herramienta idónea para transformar esa posibilidad latente en hecho vivo y concreto.

No obstante, múltiples factores conspiran contra el logro de ese objetivo. Determinar cuánto y cómo puede hacerse para dinamizar los procesos sociales en torno a los objetivos de desarrollo de la propia comunidad no es una tarea fácil, ni sujeta a predicciones emanadas desde y para realidades externas a dicho espacio. La formación de agentes, promotores o animadores socioculturales es un requisito indispensable para tal fin.

El presente libro ofrece conceptos y opciones prácticas referidas a un espacio que, pese a su notable importancia, poca atención ha merecido, hasta el momento, en cuanto a estudios sistemáticos y profundos. Su lectura constituye un paso obligatorio para quienes deseen internarse en el camino, aparentemente conocido, del microcosmos cultural del municipio.