El gran público no está al tanto del transporte de mercancías por medio de barcazas, ni de las instalaciones necesarias para sus operaciones en tierra. Se sabe muy poco de lo que pasa en este mundo y este informe aspira a generar otra mirada sobre la Hidrovía.

El autor suele decir que un amarradero de barcazas no es un puerto, pero se parece. Claramente se trata de "playas de estacionamiento" que tienen no más de 20 años de existencia con lo cual sus características, instalaciones y servicios se van perfeccionando. Y aquí viene lo novedoso: en un gesto atípico para la especie, este hombre que junto a un sólido equipo humano, ha hecho una interesante experiencia en la materia, desea contar cómo les fue. Cómo se manejaron, qué hicieron para que las cosas salieran cada vez mejor y cómo procedieron para cumplir con la frondosa exigencia burocrática sin sucumbir en el intento.

Los amarraderos de barcazas nacieron por imperio de las circunstancias, y usted está a punto de conocer la operatoria de ellos a través de las rutinas de Grupo El Hauar. Una gran oportunidad.