Veinte años dedicados a la investigación me han permitido aseverar que la función.mnemónica se constituye como interfase entre los procesos psíquicos y somáticos, elucubrar una teoría de la evocación asociada a la respuesta de estrés congruente con los últimos desarrollos en biología molecular y epidemiología epigenética, y dilucidar que la memoria episódica y la respuesta de estrés tienen una fuerte implicancia en la organización de la memoria general y en la actividad psíquica en particular al influir sobre procesos internos que regulan la expresión epi-fenotípica, los que influyen sobre la salud, los modos de enfermar y la conducta en general del individuo. El psicoanálisis ha insistido desde sus inicios en una concepción de la enfermedad contrapuesta a los estereotipos propuestos por la semiología clínica tradicional, convergiendo con la epidemiología epigenética actual, que. asevera que las vicisitudes de la interacción entre el medio circundante y el medio interno del individuo resultan determinantes en la manifestación del proceso mórbido, ya sea que se trate de una enfermedad física, la que cursa no sin consecuencias sobre la psiquis, o una enfermedad mental. Sin embargo, este fundamento en que convergen la epidemiología epigenética y el psicoanálisis, ha puesto en evidencia la caducidad de la nosología psicopatológica psicoanalítica al sustituir la dinámica descriptiva de las estructuras sobre la subjetividad por una explicación de la etiopatogénesis de las enfermedades mentales. No obstante, el psicoanálisis ha conservado un lugar de relevancia en la asistencia del paciente con enfermedad física y/o mental, por cuanto la evocación del acontecimiento estresante (traumático) se revela como un recurso benéfico, que conducido por el terapeuta, le permite al paciente instrumentar o introducir una modificación en la apreciación valorativa que le inspira la circunstancia, admitiendo que ésta es posible debido a la desestabilización de la memoria producida por la propia evocación y generar en ese contexto de reflexión que propicia el marco operativo psicoanalítico, mecanismos epigenéticos compensatorios, vinculados con la variación de las marcas génicas y los polimorfismos resultantes (SNP), partícipes tanto en la manisfestación como en la reversión de procesos somáticos asociados con la enfermedad.