Inconsciente, repetición, transferencia y pulsión son hitos fundamentales que estructuran la experiencia analítica. Desempeñan una función no sólo crucial sino originante en la subversión que el psicoanálisis introduce en el sujeto del saber. Lacan los elige como ejes de su seminario de 1964 y durante ese año dedica su esfuerzo a redefinirlos mostrándolos a la vez en una función común..

Si algo pone de manifiesto la repetición es precisamente un desencuentro fundamental. El inconsciente, abordado como pulsación temporal, introduce asimismo una hiancia, una vacilación; lo que en ella se produce vuelve a perderse, instaurando de ese modo el lugar de algo perdido. La transferencia se integra a esa pulsación y su función queda despejada a partir de su relación con el sujeto supuesto saber. El desmontaje de la pulsión permite introducir la razón de su constancia. La mirada aproxima en forma paradigmática el objeto como causa del deseo,

Estas Lecturas de "Los cuatro conceptos fundamentales del psicoanálisis" el libro y el encuentro que le dio origen están involucradas ellas mismas en los fundamentos de la práctica analítica: forman parte de ellos en la medida en que están dirigidas a la formación de los psicoanalistas. No hay otra manera de referirnos a la abertura y al cierre del inconsciente que impli cados en nuestro propio discurso por esa abertura y ese cierre. Esta publicación, en su condición de serie de lecturas, demuestra en acto que el sujeto está puesto en juego indefectiblemente en el concepto que aborda.