Aunque Victor Hugo proclamara en 1874 que la tortura había dejado de existir, hay testimonios y pruebas suficientes para afirmar que esa infame práctica continúa aplicándose en nuestros días de forma sistemática a lo largo del mundo entero. Basándose en investigaciones e informes originales redactados en diversos países, EDWARD PETERS concluye que LA es uno de los aspectos más inquietantes y persistentes de la historia de la humanidad. Tras una discusión preliminar sobre la definición de la tortura, el autor describe su papel en las sociedades civilizadas, desde la antigua Grecia hasta la edad contemporánea, y examina la evolución de la teoría legal y política en torno a su práctica. La obra explica las razones que llevaron a la abolición de la tortura, como efecto de las campañas ilustradas y humanitarias emprendidas durante el siglo XVIII y principios del siglo XIX, у muestra su reaparición en el siglo XX, no como una institución legal, sino como un instrumento utilizado directamente por los gobiernos. «La tortura proporciona un elocuente indicador de la naturaleza de los Estados y las sociedades, así como de la relación de poder con el individuo.» Edward Peters cierra su estudio con un detallado examen de la práctica de la tortura en el mundo contemporáneo, incluyendo sus efectos físicos y psicológicos no sólo sobre el torturado, sino también sobre el torturador.