Desde hace aproximadamente una década y media se está registrando una profunda transformación del patrón tecnológico y económico a escala mundial, cuyo núcleo dinámico es el complejo electrónico. Como en las anteriores, esta nueva revolución industrial permitirá aumentar el grado de libertad y autonomía de la sociedad con respecto a la naturaleza. Pero, debido a las causas que la provocan y a los actores sociales que la impulsan y hegemonizan, la distribución de la libertad y el progreso social tienden a ser pro- fundamente desiguales, concentrando el poder y la riqueza en las grandes organizaciones privadas y estatales de los países más industrializados. Por el contrario, los efectos de esta transformación se muestran negativos para las naciones periféricas, reduciendo su autonomía, aumentando la brecha de poder y riqueza que los separa de las sociedades industrializadas y consolidando internamente una estructura económica, social y cultural excluyente, con una distribución del ingreso y de la riqueza crecientemente regresiva. Los actores sociales dominantes en la sociedad argentina, desde 1976, adoptaron un comportamiento y políticas económicas, industriales y sociales regresivas en sí mismas y aún más negativas que las tendencias que de por si impone la transformación mundial. Sus consecuencias sobre el complejo electrónico, núcleo dinámico de la nueva revolución industrial, han sido nefastas. Sus efectos han sido la pérdida de autonomía nacional, la desarticulación del sistema industrial y tecnológico, la transferencia al exterior de las capacidades de decisión y del proceso de industrialización.

Frente a esta situación, los gobiernos constitucionales deberian adoptar politicas de desarrollo cientifico, tecnológico industrial y social que tiendan a revertir los efectos negativos de esta transformación, interna e internacional, de forma tal que las nuevas tecnologias estén en función de una mayor autonomia nacional asi como de los intereses y necesidades de las grandes mayorias populares.

Los autores de La revolución tecnológica y las políticas hegemónicas son investigadores de FLACSO (Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales). En forma individual o conjunta han sido consultores de organismos e instituciones como UNESCO, OIT, CE- PAL, CET, CISEA e ILET, entre otras. Master en Ciencia Sociales, Hugo Nochteff ha trabajado como experto en politica industrial y tecnológica, y es codirector de un Proyecto de Investigación y Desarrollo del CONICET, al igual que el economista Daniel Azpiazu, que a su vez ha integrado el CONADE y la Secretaria de Industria. También ha integrado el CONADE el economista Eduardo M. Basualdo. Los tres investigadores han enriquecido la bibliografia de sus respectivas áreas de trabajo, que no pocas veces se cruzan y complementan.

Legasa ha publicado El nuevo poder económico en la Argentina de los años 80, de Azpiazu, Basualdo y el sociólogo Miguel Khavisse