Los cambios vertiginosos del mundo que nos rodea y, en particular, del mundo empresarial nos obligan a superar nuestras limitaciones, no sólo para adaptarnos productivamente a las transformaciones que están ocurriendo sino también para desarrollar una ventaja competitiva en el futuro.
Los caminos propios de la empresa convencional, por ejemplo el modelo del incrementalismo, ya no resultan una garantía de éxito.
La empresa fuera de serie se propone innovar, más que administrar; desafiar el statu quo, en lugar de aceptarlo, es decir, operar con las fronteras, en lugar de actuar dentro de éstas. Para ello propone desarrollar ocho estrategias mentales que se basan en el concepto de pensamiento triangular. Mientras que el pensamiento lineal o vertical está asociado a una perspectiva estrecha, restringida, el pensamiento lateral-que trajo un nuevo aliento a menudo ha generado conceptos demasiado teóricos para las empresas. El pensamiento triangular, en cambio, resuelve estas limitaciones al concentrarse específicamente en los resultados netos de la empresa.
Ello significa hacer tres cosas a la vez: concebir un cambio a gran escala, desarrollar el knowhow, y utilizar el pensamiento creativo, todo lo cual está orientado a alcanzar metas concretas.