Un desarrollo logrado sobre el concepto de la transferencia nos espera en este libro. ¿Qué podría decirse hoy del mismo? ¿Qué lleva a un grupo humano a interesarse tan intensamente en un concepto del que se ha escrito tanto? Trazar la historia de la transferencia es hacerlo del psicoanálisis. Pero, además, incursionar en la historia del psicoanálisis (en transferencia) es hacerlo de la humanidad. “La transferencia es lo que constituye el mundo de lo humano”, nos proponen desde el prólogo. Este concepto merece la ardua y pareja investigación que aquí se realiza, no en el sentido de consonancia, sino de fecundidad. Indagando en la obra de Freud, en su correspondencia, pero a su vez en el contexto histórico, y en la vida de este autor genial, podremos apreciar la importancia que posee tomarlo desde todas sus aristas. Porque estas nos abren en paralelo nuestro horizonte cultural, permitiéndonos indagar los efectos de nuestra época, de nuestra clínica, y, lo que no es menor, de nuestras teorizaciones. Pues hay en la presencia renovada de este concepto una de las apuestas más intensas de lo humano; la agudeza del mismo nos permitirá entonces hacer emerger las coordenadas más urgentes de la vida.