M i padre soñaba con bombardeos hasta mucho después de terminada la guerra, se despertaba durante la noche y me sacaba de la cama, me llevaba al sótano: sonámbulo. Lo recuerdo bien; anoche lo hice yo misma con mi hija unas cuantas veces."

El diario de la escritora Jasmina Tesanovic es un testimonio personal y político de los acontecimientos ocurridos en Belgrado y en Serbia desde marzo de 1998 hasta la firma del tratado de paz en junio de 1999. Desde la perspectiva y la sensibilidad de una mujer, madre e intelectual, que siente que involuntariamente se la ha obligado a entrar en una guerra "que es de otros", el libro documenta el clima de guerra en Kosovo, las sanciones sobre Serbia, el avance del fascismo en el estado serbio, la vida bajo los bombardeos de la OTAN hasta el advenimiento de una paz incierta.

"No hubo bombas en Belgrado por tres o cuatro noches... No sabíamos qué ocurría. Se hace dificil planificar nuestro día sin las sirenas nocturnas, y después de dos noches de sueño profundo sin bombas, no lograba dormir sin ellas."

Escrito como un drama personal y, a la vez, como una meditación filosófica, el diario se ocupa de la alteración de la vida cotidiana, de la guerra civil instaurada en la patria de la autora, sin dejar de aludir al pasado inmediato y más lejano -desde la vida bajo Tito a los orígenes de la historia yugoslava- donde pueden estar las raíces del conflicto que desencadenó la guerra.

"Ésta es una guerra sucia. Digo, gente asustada en los sótanos, soldados anónimos que dejan ver sus moretones en la TV, los refugiados albaneses llorando todo el tiempo en la pantalla... La dignidad humana está aquí amenazada."

El efecto de inmediatez y la fuerza de la voz de Jasmina son arrolladores. El lector no podrá dejar El diario de Jasmina hasta su última página y, después de leerlo, por largo tiempo compartirá con ella el sentimiento de haber vivido en carne propia una guerra real, de haber sobrevivido a las bombas, de haberse acostumbrado a caminar entre escombros e, incluso, de no haber comprendido los motivos de tanta insensatez.