Edith y su hijo Cliffie son las dos figuras principales de El diario de Edith. En un momento dado, ambos buscan refugio en los mundos de la imaginación. Cuando Edith escribe en su diario la primera mentira, es porque ha abandonado toda esperanza sobre el futuro de Cliffie. Su hijo, mientras, ha renunciado desde muy pequeño a todo enfrentamiento con la realidad. La situación parece inamovible. Pero la férrea lógica que crea Patricia Highsmith en el universo de esta novela acaba por conducir la historia hacia unos resultados paradójicos. A pesar de la paranoia de su madre y de su propio egoísmo, será Cliffie quien se enfrente a la realidad no sólo con la fantasía, sino mediante una seria de actos positivos. Su madre quedará en cómplice que ni siquiera es consciente de su colaboración.