Free shipping, 30-day return or refund guarantee.
Tus derechos terminan donde empiezan los míos; ¿Por qué mi derecho a circular valdría menos que tu derecho a cortar la calle?; La gente está harta de los piqueteros: la prioridad es mantener el orden público; Si los desocupados o trabajadores informales que bloquean la ruta pertenecen a un partido político; sus reclamos no tienen valor. Estas expresiones; que oímos tantas veces; revelan que la protesta social es parte de la vida cotidiana. Vemos que en torno a ella empiezan a brotar las supuestas verdades del sentido común; que suelen pedir a la justicia una respuesta represiva; como si el problema de fondo pudiera resolverse por la vía penal. ¿Es posible enriquecer un debate atrapado en dicotomías planas y engañosas? En esta nueva edición ampliada de un libro que ya es referencia sobre el tema; Roberto Gargarella reflexiona sobre la situación de la protesta social hoy; considerándola en toda su complejidad: qué alternativas tienen quienes protestan; cuál es la gravedad del derecho vulnerado en cada caso y por qué es preciso trazar una distinción; por ejemplo; entre la protesta de sectores medios y altos contra una reforma tributaria y la de un grupo de despedidos en defensa de sus fuentes de trabajo; qué opciones deberían explorar los jueces entre los extremos de criminalizar o no hacer nada. Y se interroga sobre la legitimidad del castigo en contextos de profunda desigualdad; cuando está en juego el acceso a condiciones básicas de vida digna. En una sociedad argentina que está cada vez más intolerante; es vital complejizar la discusión en vez de empobrecerla. Contra esta tendencia que se ha vuelto muy poderosa; viene bien recordar el estrecho vínculo entre protesta y calidad democrática. Una vez más; Roberto Gargarella deslumbra con una argumentación que nos da herramientas para no caer en el dogmatismo o la simplificación.
This combination does not exist.
Terms and Conditions